Acercarse a un proyecto tan ambicioso como es
Monkey, y querer hacerlo a puntillas de pies, es casi imposible. Como cualquier obra de arte abstracto que escapa al significado real del artista,
Journey to the West es una orgía de sensaciones, sensaciones que para unos podrán ser vistas de una manera determinada, mientras que para otros escapan de los
estereotipos musicales y por tanto producirán un efecto positivo o negativo.
Los creadores de la primera banda virtual,
Gorillaz conformados por el músico británico
Damon Albarn y el artista de la misma nacionalidad,
Jamie Hewlett se ha juntado con el director chino,
Chen Shi-Zheng, y han dado un paso gigante en su carrera, la misma que ha experimentado muchas variaciones en lo que llevamos escuchando sus composiciones. Ahora no hay electrónica, ni
pop, ni
rock; pero siempre hay un poso de todo ello oculto tras la orquestación de cada tema, donde se construyen esas melodías que transmiten sensaciones, lejos de captar un sentido preciso.
(A la derecha, poster de la obra)
Monkey es la adaptación de una obra clásica de la literatura china del siglo
XVI,
Viaje al Oeste, con un importante sustrato budista. Trata de un mono nacido de una piedra que, al darse cuenta de que no es inmortal, va a pedir cuentas al cielo
causándole muchos líos a los dioses. Después de cruzarse con un todopoderoso
Buda, a
Monkey le es dado la oportunidad de retractarse viajando en dirección al Oeste hasta a la India como guardián del joven monje
Tripitaka para llevar las Sagradas Escrituras de vuelta a China. En el viaje le acompañan un caballo-dragón, un cerdo donjuán y un demonio de la arena. Un cuento de la tradición popular china del siglo
XVI que ahora se moderniza bajo la prima de crear una ópera moderna, donde no se busca la creación y desarrollo del género de tenores y contraltos por excelencia, pero en la que están todos los elementos: historia popular, tragedia, actuación, grandiosidad…
Ilustración china de una escena de la historia
Monkey se construye con los diseños de Jamie Hewlett, pareja artística indispensable en los últimos años para Albarn bajo Gorillaz. El dibujante ha llevado a cabo toda la tarea del diseño, mezclando animación junto con personajes de carne y hueso, que sólo se han podido ver en Londres y en Manchester. Hasta que no llegue el momento de su salida en DVD Journey to the West cojea de su pata más preciada: el compendio de todas sus artes.
Ilustración de los personajes de la obra por Jamie Hewlett
Esta producción es un triunfo de colaboración – entre lo viejo y lo nuevo, la vista y el sonido, el Este y el Oeste. Desarrollado en una conversación entre
Beijing,
Paris, Londres y
Manchester junta disciplinas tradicionales - la acrobacia, el canto, el baile - con la tecnología enérgicamente moderna incluyendo la animación y la deslumbrante proyección de vídeo. La orquesta combina sonidos Chinos – hechos por la
pipa, el
gu-zheng y el
zhongran– con los clásicos instrumentos del Oeste, e incluso incluye el
Klaxophone, especialmente hecho para esta producción para replicar el sonidos del
claxon en una ocupada calle China.
Foto de una escena de la obraUna empresa este tamaño requiere un enorme equipo; 181 personas tienen un crédito en el programa, exceptuando los constructores de
set, fabricantes de traje, abastecedores y personal de teatro, la cifra está más de 500 personas necesarias para llevar este espectáculo a la etapa.
Y todo para contar la historia de un mono
incontrolable.
Visita el sitio oficial de MonkeyCortometraje para los Juegos Olímpicos Beijing 2008